
Los smoothies se inventaron en la California obsesionada con la salud. En esencia, es un batido de frutas preparado en una licuadora, pero muy espeso. La diferencia entre un smoothie y un batido normal es que no se prepara con zumos, sino con puré o incluso con fruta entera. Por lo tanto, un batido contiene mucha más fibra. Y como consecuencia, es muy bueno para la digestión y en general. Sirve los batidos con dos pajitas: en primer lugar, es lo habitual y, en segundo lugar, es más cómodo.